Las personas obesas que deciden someterse a una cirugía estomacal para acelerar el proceso de pérdida de peso podrían disminuir su riesgo de sufrir, y morir de, un ataque cardíaco o una apoplejía, según una nueva investigación.
Investigadores suizos hicieron un seguimiento de más de 4 mil personas muy obesas por un promedio de 15 años. Casi la mitad de los participantes optaron por someterse a una cirugía para perder peso al comienzo del estudio, y estos tuvieron un 33 por ciento menos de posibilidades de sufrir ataques cardíacos o apoplejías que aquellos que no tuvieron la cirugía. También tuvieron una disminución de un 53 por ciento de la posibilidad de muerte a causa de estas dos condiciones.
Fue sorprendente, de cualquier manera, que la cantidad de peso perdida entre los pacientes con cirugía no se vio asociada al riesgo de sufrir ataques cardíacos, apoplejías o de muerte.
Aunque el estudio es a gran escala, puede no ofrecer los recursos suficientes para detectar relaciones sutiles entre la pérdida de peso y el riego de trastornos cardíacos.
Uno de los autores de dicho estudio comenta que no todas personas que son obesas tienen el mismo riesgo de salud. Muchas personas que son obesas, esa obesidad no los afecta tanto.
Por ejemplo, aunque ninguno de los participantes tenía diabetes, las personas con niveles más altos de insulina tenían menos riesgo de sufrir ataques cardíacos que aquellos con niveles más bajos.
La cirugía puede ser especialmente beneficiosa para aquellas personas que padecen de diabetes. Sin embargo, los pacientes con hipertensión arterial, por las condiciones de dicha patología, podrían no encontrar grandes beneficios a largo plazo.