La salud psicológica de una persona depende en buena medida del amor propio que posea. Aunque muchos consideren que el nivel de autoestima es algo que se hereda y no se puede modificar, lo cierto es que existen diferentes métodos comprobados que pueden ser de gran ayuda para aquellos que intentan mejorar la apreciación que tienen de sí mismos.
De una autoestima adecuada depende no solo el éxito profesional, familiar y económico, sino que depende la felicidad total de una persona. Las personas que no saben valorarse a sí mismas, en ocasiones, caen presas de diferentes trampas mentales que solo les sirven para auto-perpetuar un estado de cosas en el que no hay lugar para el cambio.
Unos de los consejos más efectivos que le podemos dar a alguien que quiere mejorar su autoestima es el de recomendarle a la persona en cuestión la adopción de una actitud mental de aceptación y tranquilidad. Una persona que conoce sus propias limitaciones tendrá la serenidad par aceptar que hay cosas que simplemente no se pueden cambiar. Al entender que somos únicos e irrepetibles, con defectos y con virtudes, estaremos un paso más cerca de eliminar los complejos que nos llevan a tener la autoestima por el suelo.
Si bien hay cosas que no se pueden cambiar, también es necesario reconocer que tenemos una gran cantidad de posibilidades para modificar diferentes aspectos de nuestra vida (acciones que dependen únicamente de nosotros). Para subir el autoestima, además, hay que recordar que el fracaso y la derrota pueden presentarse una y mil veces, pero en ningún caso tendrán el poder suficiente para determinar lo que nosotros valemos como seres humanos. En este sentido, también es importante tener presente que la comparación con los demás solo nos llevará a sentirnos mal (dado que siempre habrá alguien mejor que nosotros, como también alguien que estará peor).