Las quemaduras que se pueden tratar en el hogar con un buen margen de seguridad son las de primer y segundo grado, siempre que la lesión no afecte a una superficie grande de tejido.
Quemaduras de primer grado
- Pronóstico leve
- Afectan a la superficie de la piel
- Dolor y enrojecimiento
- Se curan en tres días
- No dejan cicatriz
Quemaduras de segundo grado
- Afectan a capas más profundas de la piel
- Son bastante dolorosas
- Forman ampollas (nunca hay que pincharlas)
Quemaduras de tercer grado
- Son muy graves
- Hay destrucción de tejido, tanto de la piel como de músculos y tendones
- Muy dolorosas
- Pueden producirse severas infecciones
Frente a una quemadura en el hogar trataremos de:
- Aliviar el dolor
- Proteger la zona para que no se deseque ni se roce
- Crear condiciones para que no se infecte
Pasos a seguir para tratar quemaduras de primer y segundo grado
- Introducir la zona quemada en agua fría durante diez minutos como mínimo para enfriarla.
- Si hay ropa, humedecerla y retirarla con cuidado
- Limpiar con agua y jabón, pero sin friccionar
- Tomar un analgésico como paracetamol o aspirina para aliviar el dolor
- Si la parte quemada no es extensa, cubrirla con gasa estéril untada en vaselina para aislarla y fijar con una venda sin presión.
Cuando acudir al médico
- Superficie grande lesionada
- Si la quemadura es en los ojos, la cara, los genitales o pliegues como codos, ingles, barbilla o axilas, es aconsejable acudir al especialista, pues son zonas con mayor riesgo de infección.
- Quemaduras de tercer grado