La economía influye de forma directa en el mundo emocional de un ser humano. De hecho, los expertos explican que en un momento de crisis económica como el presente, han aumentado los casos de ansiedad y depresión ante la dificultad de muchas personas de organizar los gastos de forma óptima para llegar a fin de mes.
En este sentido, si existe un momento especialmente difícil para las familias es el conocido a nivel popular como “La cuesta de enero”. Se trata de un momento crítico puesto que las navidades suponen un esfuerzo económico muy importante en cualquier hogar para poder hacer frente a los gastos de regalos, alimentación y demás detalles de unas fiestas con una clara tendencia consumista y materialista en nuestros días.
Para evitar la ansiedad y la preocupación excesiva ante la cuesta de enero conviene pensar que se trata de un momento puntual. Por eso, conviene pensar simplemente en el presente. Por otra parte, durante este mes es mejor evitar gastos innecesarios y esperar al mes de febrero para poder volver a organizar la economía doméstica de una forma más holgada.
En caso de que necesites algún tipo de ayuda económica seguro que puedes contar con el apoyo de algún familiar cercano que puede prestarte alguna cantidad pequeña. Como punto positivo, conviene destacar que durante el mes de enero y febrero el consumidor puede disfrutar de las mejores ofertas y descuentos gracias a las rebajas de las tiendas y comercios. Para no gastar más de lo necesario en las rebajas conviene comprar en base a la necesidad real y a la utilidad y no adquirir ningún producto en base al capricho.
La ansiedad por “La cuesta de enero” remite a un momento emocional puntual y momentáneo, que como tal, pasará por pura inercia.