Los niños con autismo tienen en su cerebro niveles de esta vitamina tres veces más bajos que los encontrados en los niños sanos, e incluso en adultos sanos hasta la edad de 50.
Niveles similares se han encontrado en pacientes con esquizofrenia, lo que sugiere que ambas enfermedades están asociadas con una disminución prematura de la vitamina. Investigadores del Department of Pharmaceutical Sciences, Northeastern University, Boston, MA, hicieron la conexión al analizar el tejido cerebral tomado de donantes sanos y de personas que habían sufrido de autismo o esquizofrenia cuando estaban vivas.
Una forma activa de la vitamina B12, conocida como metilcobalamina, apoya el desarrollo normal del cerebro mediante el control de un proceso conocido como regulación epigenética de la expresión génica. El autismo y la esquizofrenia se asocian con el estrés oxidativo cuando el cuerpo es incapaz de contrarrestar la propagación de radicales libres, y esto podría agotar los niveles de vitamina B12. Los investigadores creen que los suplementos de vitamina B12 y de antioxidantes como el glutatión, pueden ayudar a prevenir el estrés oxidativo, que a su vez podría detener la reducción de la vitamina B12.
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