Existe una tradición bastante arraigada que consiste en echar la culpa de los granos al chocolate. Pero ciertamente, de momento no va más allá de una leyenda, pues no se podido demostrar de forma científica que el chocolate sea culpable del provocar acné o granos ocasionales.
Una revisión de los estudios sobre los efectos en la piel de ciertos alimentos que ha sido publicada en la revista de la Academia de Nutrición y Dietética americana ha llegado a la conclusión de que no son los alimentos concretos los que provocan la aparición de los granos.
Sin embargo, si que está demostrado que esta afección puede empeorar debido al consumo excesivo de azúcares, de grasas, de bollería industrial o lácteos, y no en todos los casos.
Alimentación y acné
En efecto, las pautas de alimentación en las que abundan este tipo de productos provocan el aumento de insulina en sangre y la secreción de andrógenos. Estos afectan directamente al folículo sebáceo favoreciendo la aparición de acné y alteraciones metabólicas.
Esta afirmación viene avalada por la observación de poblaciones en las cuales estos alimentos no forman parte de la dieta habitual, careciendo sus integrantes de afecciones de este tipo.
La base de la nutrición de estas sociedades está constituída por frutas frescas, vegetales y carne en su mayoría. Ello facilita que los niveles de insulina estén equilibrados.
Recomendaciones para evitar el acné
- Mantener la piel limpia con jabones cosméticos específicos y lavarla al menos dos veces al día.
- Utilizar bronceadores, cremas hidratantes y cosméticos libres de aceites.
- Evitar que el cabello esté en contacto con la piel de la cara, en especial si es graso.
