Sin duda, cualquier mujer se ha planteado en algún momento de su vida la posibilidad de perder peso. De hecho, empezar una dieta suele ser uno de los propósitos formulados a principios de año. Una veces, con mayor éxito y otras con menos puesto que muchos de los deseos que se realizan en enero quedan en el olvido en el mes de febrero. Uno de los problemas fundamentales a la hora de dejar una dieta es la falta de motivación, es decir, es importante que una persona que se encuentra en este proceso tenga un estímulo muy positivo para poder lograrlo.
Algunas mujeres se dejan seducir por la tentación de una dieta milagro, es decir, una dieta rápida que produce un efecto inmediato en la báscula. Sin embargo, los milagros no existen cuando hablamos de este tema y tampoco, cuando hablamos de salud. Se debe perder peso de forma progresiva y siempre con la ayuda de un experto en la materia.
Sin embargo, el entorno es uno de los pilares fundamentales para una persona que decide perder peso. Es decir, cuando una mujer tiene amigas que también están a dieta entonces se siente más apoyada e integrada en un proyecto de equipo. Por tanto, su nivel de compromiso es mayor a la hora de cumplir de forma metódica todos los objetivos de la dieta.
Por el contrario, cuando una mujer tiene un grupo de amigas que no se preocupan por el exceso de peso, entonces, generalmente este nivel de despreocupación afecta a todas de forma general. Por tanto, el ejemplo de los demás es una fuente de motivación muy importante para iniciar y finalizar una dieta. Ningún ser humano debería dejar de observar las virtudes de amigos y familiares puesto que poder aprender de los demás es una de las claves de la superación personal.