Los investigadores del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba han logrado recientemente ofrecer nuevas pruebas sobre los beneficios saludables del consumo habitual de aceite de oliva virgen especialmente en su protección frente a la inflamación. La demostración ya ha sido aceptada para su publicación en la revista Age, dedicada al estudio de la biogerontología. En esta ocasión, los científicos de la Universidad de Córdoba se han basado en la observación de los cambios en determinadas proteínas usadas como marcadores para poder llegar a los resultados que apuntan claramente a la influencia del aceite de oliva virgen en la protección contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular propios del envejecimiento.
Los investigadores cordobeses hicieron las pruebas estudiando cómo el aceite de la dieta afecta a las proteínas plasmáticas de ratas jóvenes (6 meses) o viejas (24 meses) alimentadas a lo largo de su vida con dietas que contenían como fuente grasa bien aceite de oliva virgen o aceite de girasol. Emplearon además una estrategia proteómica basada en la separación de proteínas mediante electroforesis bidimensional -técnica muy utilizada en medicina molecular- y posterior identificación mediante espectrometría de masas -que permite analizar con precisión los componentes. De esta forma, el equipo de investigación que dirige el profesor José Manuel Villalba ha probado que, en comparación con la dieta que contenía aceite de girasol, la dieta enriquecida en aceite de oliva virgen indujo disminuciones significativas en los niveles plasmáticos de las proteínas de fase aguda, justo lo contrario de lo que ocurre en los procesos inflamatorios, así como en proteínas habituales en situaciones de estrés oxidativo, y las relacionadas con la coagulación sanguínea, el riesgo cardiovascular y con el metabolismo y el transporte de lípidos.